Recuerdos de la Escuela Pía de Reus

El 17 de febrero de 1916, los 250 internos de la Escuela Pía de Sarrià visitaron las obras de la Sagrada Família. Don Anton, a sus sesenta y tres años, recordó sus primeros estudios en la Escuela Pía de Reus, y la devoción que el oficio parvo a la Virgen, que rezaban todos los sábados, le había despertado para los conocimientos litúrgicos que un día había de aplicar como arquitecto en la obra a la que estaba consagrado. Dijo que le agradaba ver el interés de los padres escolapios preparando a la juventud que un día ha de suceder a los actuales protectores del Templo, y acaso los continuadores en la dirección de sus obras. El semblante de Gaudí se animó radiante: "Esta visita de alumnos de la Escuela Pía me trae el perfume de recuerdos lejanos. En la Escuela Pía se deslizaron mis primeros años, y en ella mis primeras oraciones fueron los salmos y versículos contenidos en las “horetas”, libro de oro de mis afecciones litúrgicas; y en sus aulas aprendí el santo temor de Dios; y por esto no olvido nunca a tan hermosa institución religiosa, admiración de los siglos y la que cuenta con más simpatías". Los escolares prorrumpieron en una ovación delirante, sucediéndose los vítores al señor Gaudí y al discípulo de la Escuela Pía; mientras el homenajeado, conmovido, vitoreaba a la Escuela Pía. El padre Rector dijo que sólo hacía el ruego a todos los reunidos para que Dios conserve por muchos años la vida del insigne varón, y que rezaran a tal intención un padrenuestro. Todos los alumnos se descubrieron y ovacionaron largamente a don Anton. Pasaron a la Cripta. Después de la bendición con el Santísimo Sacramento, hecha la reserva, se cantó la Salve gregoriana y todas las voces se juntaron en una. Profesores y discípulos y exdiscípulos cantaban al unísono, y entre ellos don Anton, como lo hiciera en sus infantiles años.

Josep Maria Tarragona, 26-X-2007
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Última actualización: 06/05/2016