Ramon Balcells i Masó

Ramon Balcells i Masó nació el 28 de julio de 1882 en Barcelona, calle Roger de Llúria, n. 19. Era el octavo hijo del matrimonio de Miquel Balcells i Llamosí y Dolors Masó i Bori, que tuvo un total de diez hijos, de los cuales Ramon sería sacerdote; Dolors, Maria y Mercè, religiosas del Sagrado Corazón; Montserrat, religiosa de Jesús-María; y Carme, religiosa carmelita. Sólo tuvo descendencia Miquel, ingeniero, que formó casándose con Paulina Lasarte una familia de once hijos. Fue bautizado el 4 de agosto en su parroquia, la Major de Santa Anna, con los nombres de Ramon, Agustí y Víctor, siendo padrino su primo Agustí y madrina su hermana Dolors. Fue internado en el colegio de Sant Ignasi de Sarrià desde 1892 hasta 1899, cuando acabó el Bachillerato. Allí había hecho la Primera Comunión, el cuarto domingo de abril, festividad de la Virgen de Montserrat, de 1892. A los 16 años, en 1899, pasó del internado de los jesuitas al Seminario de Barcelona, donde curso la carrera eclesiástica hasta 1905, estando interno desde octubre de 1902 hasta 1905. Precisamente en 1902 comenzó a ser uno de los catequistas de la sección de niñas de la Cripta de la Sagrada Família. La catequesis de la Sagrada Família se había iniciado en noviembre de 1886, un año y unos meses después de la primera misa -el 18 de marzo de 1885- en la recién terminada capilla de San José. Se hizo cargo la Congregación de la Inmaculada y San Luis Gonzaga, formada por antiguos alumnos del colegio de los jesuitas de Casp y dirigida por el padre Lluís Ignasi Fiter. Era sólo para niños y, en la visita del obispo Dr. Jaume Català i Albosa de 1894, se constató la dificultad de encontrar catequistas para las niñas. La solución fue constituir con seminaristas la Associació Catequista. En 1902, cuando Ramon tenía 19 años, recibió la primera tonsura clerical en el Palacio Episcopal de manos del obispo de Barcelona, el cardenal Casañas. Ello le permitió iniciar su labor pastoral en la Associació Catequista, como catequista de niñas en la Sagrada Família. Ingresó también en la Congregación de la Inmaculada y San Luis Gonzaga. Ramon, de buena posición económica, descubrió la realidad del Poblet, la barriada de aluvión inmigratorio que crecía alrededor de las obras de la Sagrada Família. Se dio cuenta de que las chicas abandonaban la práctica religiosa después de la Primera Comunión, perdiendo paulatinamente la fe. También dejaban los estudios, para trabajar las jornadas de diez o doce horas de entonces, además de atender las obligaciones domésticas propias de la mujer de la época. Ramon fue catequista durante dos años, hasta 1904. El 18 de marzo de 1904 recibió las órdenes menores del obispo auxiliar de Barcelona, Dr. Ricard Cortés i Cullell; y al día siguiente, 19 de marzo, el subdiaconado, en la iglesia de las Salesas, de manos del cardenal Casañas. El 24 de septiembre, fue ordenado diácono en la iglesia de Pedralbes. Y el 17 de junio de 1905, fue ordenado presbítero en el oratorio de Sant Felip Neri, por el Dr. Cortés. Ramon se ordenó a título de patrimonio, que fue constituido por su propia madre. Tenía 22 años; es decir, le faltaba un mes y medio para cumplir los 23, la edad necesaria para ser ordenado sacerdote según el Derecho Canónico. Cantó su primera misa el 22 de junio de 1905 en la capilla del colegio de las religiosas del Sagrat Cor de la calle Diputació, siendo padrinos su tío Joan Masó y su madre; predicó el padre jesuita Celestí Matas. Mosén Ramon Balcells era un joven sacerdote abnegado, austero y de mucha oración. Pronto sus sermones se hicieron famosos por los frutos de santidad que producían en sus numerosos oyentes. Conceptuado como un excelente catequista, fue capellán de los colegios de Loreto de Barcelona (1905-1908) y de Sarrià (1909-1917); y en 1906 fue nombrado vocal de la Junta Diocesana de Catecisme y de la Junta Diocesana de Capelles. Siempre dedicado al apostolado femenino del Poblet, fundó la Escola Dominical para las chicas del barrio. El 1 de mayo de 1906 alquiló una vieja nave industrial en la calle València, n. 371-379, y tuvo gran éxito. Los políticos anticlericales del Poblet clamaban: “eso nos faltaba, el domingo a la escuela…”. El 1 de octubre inauguró la Escola Nocturna y el 1 de mayo de 1907 la Escola Diurna. Las tres –dominical, nocturna y diurna- eran gratuitas y a cargo de profesores seglares. En 1909, poco antes de la Setmana Tràgica, se hicieron cargo las religiosas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paül. Por entonces, el 7 de mayo de 1909, compró el terreno que actualmente ocupan las escuelas; y el 5 de junio de 1909, festividad del Sagrado Corazón, el propio mosén Balcells bendijo la primera piedra del edificio del “Patronat Social Escolar d’Obreres del Poblet”. Se inauguró parcialmente el 30 de julio de 1910 y se terminó el 13 de julio de 1919. Mosén Balcells fue nombrado en 1910 confesor y profesor de religión del colegio de Jesús Maria (hasta 1927) y vocal de la Junta Diocesana de Acció Catòlica. Estudió por libre la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Barcelona, que terminó en 1913. En 1915, fue nombrado confesor ordinario de las Dames Catequistes (hasta 1924); en 1916, beneficiado de la parroquia de la Puríssima Concepció; y en 1917, cura ecónomo de Sant Josep de Gràcia (hasta 1920), ejerciendo desde 1918 como consiliario del Cercle Catòlic de Gràcia. Mosén Balcells participaba en los cultos de la Cripta de la Sagrada Família. Por ejemplo, celebró la misa expiatoria que el domingo 20 de febrero de 1916 organizaron las congregaciones del colegio de La Salle Condal. En su plática, mosén Balcells definió aquella comunión expiatoria como “un beso filial que damos al Señor, ofreciendo a Dios Padre la víctima propiciatoria del Cordero Divinal, en expiación de los pecados de los hombres, de los hijos pródigos que han dejado la casa paterna”. Habló después de la significación de la familia cristiana en la vida de este árbol grandioso que denominamos Sociedad y que está formado por ramas numerosísimas, que son las familias, las cuales siendo verdaderamente cristianas le darán vida de cristiana restauración. Durante la comunión, resonaron los cánticos en aquella cripta como en una de las viejas catacumbas de los primeros cristianos. Y uno de los que se acercó a recibir a Jesús en aquella comunión expiatoria fue Antoni Gaudí. En 1919, mosén Balcells fue nombrado lector del Sínode Diocesà; y en 1920, cura ecónomo de la parroquia Major de Santa Anna, director general de la Lliga d’Acció Catòlica de la Dona, presidente de la sección de propaganda de la Associació d’Eclesiàstics, director de la Congregación de la Inmaculada y San Luis Gonzaga del colegio de Jesús Maria y director de la Associació Escolar Femenina. El domingo 16 de mayo de 1920, las asociadas del Patronat d’Obreres del Poblet visitaron las obras de la Sagrada Família. En su homilía, el Dr. Balcells invocó a la Sagrada Familia para que el espíritu que muestra el Templo, levantado a fuerza de trabajos y sacrificios, transcienda en el hogar, dirigiendo el alma al cielo, como al cielo se elevan los campanarios, alabando al Señor con la aclamación del “Hosanna”. El 28 de noviembre de 1920, el Obispo de Barcelona, Dr. Guillamet, unificó las tres ramas femeninas de la Acció Catòlica y nombró al Dr. Balcells consiliario. En aquel año, el 10 de marzo de 1920, la antigua entidad Montepío de Santa Madrona, que agrupaba a 6.000 socias, se integró en la Obra Social de la Caixa -fundada en 1904 y dirigida por el gran cristiano Francesc Moragas i Barret- y cambió su nombre por el de “Institut de la Dona que treballa”. El Dr. Balcells fue nombrado en 1921 consiliario por el Obispo de Barcelona. Desde este cargo, estableció una sólida amistad con los altos directivos de la Caixa. También fue nombrado director delegado de la Arxiconfraria de l’Oració Continua pel Papa. Poco después, en 1921, el Dr. Balcells fundó la Caixa Social del Patronat Social Escolar d’Obreres del Poblet, entidad destinada a fomentar el ahorro entre las chicas, preservarlo y remunerarlo. A los pocos meses, se dio cuenta de que se debería abrir al público, pero tenía sus dudas sobre la influencia de los impositores –en aquel barrio anticlerical- y la posible competencia con la Caixa, que entonces era entendida como una entidad de finalidades benéficas. No obstante, el Dr. Balcells observó que la Caixa había absorbido las diferentes entidades financieras diocesanas que desde el siglo XVIII se habían desarrollado al amparo de la Bula de Benedicto XIV de 26-XI-1752, la cual consideraba vigente. Por tanto, estas funciones de banco diocesano con control eclesiástico las podría desarrollar la Caixa Social del Patronat d’Obreres, que abrió al público con el nombre de “Caixa d’Estalvis de la Sagrada Família”, con el asesoramiento y la colaboración de altos directivos de la Caixa, singularmente de Francesc Xavier Cunill, cuya hermana Joaquima era la más estrecha colaboradora del Dr. Balcells en sus apostolados. El Obispo de Barcelona le nombró en 1922 tesorero del Consell Diocesà de la Santa Infància; y en 1925, vocal de la Junta Diocesana per a la celebració de l’Any Sant. Pero la labor y la valía personal del Dr. Balcells transcendían la diócesis de Barcelona. Así, el cardenal Vidal i Barraquer, arzobispo de Tarragona –archidiócesis a la que pertenecía entonces la diócesis de Barcelona- le incluyó en la terna de propuestos para ser obispo. Fue acusado de carlista y su candidatura no prosperó. Mientras, el número de chicas atendidas por el Patronat Social Escolar d’Obreres del Poblet aumentaba y en 1925 adquirieron el edificio de la calle Sicília n. 249-251, con lo que la capacidad total creció a 826 alumnas a la vez en 13 aulas y habitación para 50 personas. Desde 1926, el Dr. Balcells fue consiliario de la Junta Diocesana d’Acció Catòlica Femenina; y fue nombrado consultor de la Junta Diocesana de Associacions Catequètiques, director interino del Patronat d’Obreres d’Hostafranchs, consiliario en Barcelona de la Federación de Maestros Españoles, consiliario del Sindicat Barcelonès de l’Agulla, vocal de la Junta Diocesana del Congreso Catequístico de Granada, director del Rober del Sagrat Cor y presidente de la Federació de Patronats d’Obreres de Catalunya. En 1930, fue nombrado presidente del comité ejecutivo de la Junta Diocesana d’Acció Catòlica, consiliario general de la Acció Catòlica en Barcelona, miembro de la comisión organizadora del III Congreso Catequístico de Zaragoza y miembro de la Comissió de Vigilància. Y en 1931, vocal de la Obra Pontifícia de la Santa Infància. En 1933, presidió la primera asamblea de la Joventut Catòlica Femenina en Montserrat, y fue nombrado consiliario de la Junta Diocesana de Acció Catòlica y del consejo director de la Acció Catòlica Femenina. En 1934, formó parte del comité pro-Santa Missió en Barcelona con motivo del Jubileo de la Redención; y en 1935, vocal de la Obra Pontificia de la Santa Infància, presidente de la sección de propaganda escrita de la Associació d’Eclesiàstics y consiliario de la Unió Diocesana de Dones d’Acció Catòlica. Comenzada la Guerra Civil Española, la más grande preocupación del Dr. Balcells fue salvaguardar los ahorros de tantas chicas y familias depositados en la Caixa d’Estalvis de la Sagrada Família, cosa difícil por tratarse de una entidad pseudo eclesiástica. Por esto no se escondió, arriesgando su vida en aquellos meses de persecución a muerte de los sacerdotes. En julio de 1936, fueron destruidas la iglesia y la casa rectoral de Santa Anna y el Dr. Balcells fue acogiéndose a la generosa hospitalidad de diversas familias, que con este acto ponían también en riesgo sus vidas. El Dr. Balcells, además, en colaboración con Francesc Xavier Cunill, conseguía y negociaba con los jefes anarquistas los rescates de los sacerdotes y otras personas que habían sido apresadas en los diversos centros de detención, singularmente el de Sant Elies, en una labor similar a la que hacían los Mercedarios en la Edad Media con los cristianos prisioneros del Islam. Así ocurrió con los tres hermanos Homs, los tres presbíteros, detenidos el 16 de setiembre. El 6 de octubre, Xavier Cunill pagó el rescate a cambio de sus vidas. En cambio, no llegó a tiempo para salvar a un gran amigo de Gaudí, el padre jesuita Ignasi Casanovas. Cuando llegó Xavier Cunill con el dinero, le comunicaron que “Ha sido fusilado a las 5 de la mañana”, por tratarse de un sacerdote y, además, jesuita. ¿Cuántos rescataron o intentaron rescatar, liberándolos de la tortura y de la muerte? Seguramente, muchos más. A finales de 1936, sus amigos de la Caixa, que tenía la garantía del Estado, le permitieron depositar en custodia todo el pasivo de su Caixa de la Sagrada Família, con lo que sus modestísimos impositores no perdieron sus ahorros. El Dr. Balcells podía desaparecer tranquilo y los mismos jefes anarquistas a los que pagaban los rescates se ofrecieron a sacarle a él y a Xavier Cunill de país a través de los Pirineos, a cambio de 3.000 pesetas por cada uno. El 3 de marzo de 1937, les llevaron en un coche hasta un bosque en las inmediaciones de Sant Salvador de Toló (hoy municipio de Gavet de la Conca, Pallars Jussà), donde llegaron la mañana del 4. Allí les debían recoger los guías que les conducirían andando hasta Andorra. En vez de ello, fueron asesinados y, para evitar investigaciones, enterrados allí mismo. Los anarquistas comunicaron a Ramon Cunill, el hermano de Francesc Xavier, que él y el Dr. Balcells habían cruzado la frontera con éxito. Sus cadáveres fueron reconocidos porque, en previsión, habían cosido en el forro de la ropa unos papeles con sus nombres. Acabada la Guerra Civil Española, se erigió un monolito de piedra seca. Los restos mortales del Dr. Balcells fueron trasladados al cementerio de Poble Nou el 18 de abril de 1943, propiedad de los hermanos Cunill; quedando los de Francesc Xavier Cunill en el lugar, actualmente desconocido.

Josep Maria Tarragona, 12-I-2012
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Última actualización: 06/05/2016