Los obispos españoles han incrementado su campaña de odio étnico a los catalanes, coincidiendo con el éxito de la Vía Catalana, la gran manifestación del 11 de septiembre de 2013 pidiendo la independencia. El mismo 11 de septiembre, la celebración de la fiesta nacional catalana en Madrid sufrió un ataque fascista. Desde una perspectiva histórica, este hecho es lo más importante de la Diada, con mucha diferencia. Las otras cosas -grandes manifestaciones, comentarios de la opinión publicada, reacciones políticas ...- pertenecen a la normalidad de cualquier sociedad democrática occidental del siglo XXI. Un ataque fascista en el centro de Madrid, a cara descubierta, en cambio, parece que sólo debería existir en los libros de historia. El animalito que ha salido del huevo necesita un nido donde recibir alimento, crecer y desarrollarse. Uno de los más adecuados, y sin duda el más castizo, es el formado por los medios de comunicación propiedad de los obispos españoles.