Los bancos de la iglesia-panteón de Comillas, como los sitiales, fueron diseñados a partir del año 1878 por Antón Gaudí y fueron construidos, probablemente un poco más tarde, en los talleres de Eduard Puntí, en Barcelona. Fueron inaugurados con el panteón, el 28 de agosto de 1881. Están hechos de madera de nogal. Su estructura y sus formas son un ejemplo de construcción gótica, demostrando como Gaudí había asimilado los tratados de Viollet-le-Duc (1814-1879). Cada banco tiene dos terminales laterales muy esculturados. Estos laterales constan de tres arcos apuntados, con unas finísimas estilizaciones vegetales, quizá de calabaza o alguna otra planta trepadora. Debajo, en un alargado rectángulo, aparece la talla de un dragón alado. Es un símbolo muy utilizado por Gaudí en sus obras destinadas a su cliente y amigo Eusebi Güell. Proviene del elmo del rey Jaime I, ya que en catalán medieval “dragón” se decía “dragó” y por tanto significaba “d’Aragó”, de Aragón. El modelo de yeso de este dragón lo había preparado Llorenç Matamala.