Antoni Gaudí se trasladó a vivir al park Güell en 1906, con su anciano padre y su sobrina enferma. Ambos fallecieron respectivamente en el mismo 1906 y en 1912, dejando al arquitecto solo. El dormitorio de Gaudí, durante esos años, tenía colgada en la pared un retrato impreso en seda de Pío X, papa de la Iglesia católica desde agosto de 1904 hasta agosto de 1914, precedido por León XIII y sucedido por Benedicto XV. Desconocemos cuando se puso este retrato del papa reinante y su origen. Probablemente, fue el regalo que algún peregrino amigo trajo a Gaudí como recuerdo de Roma, ciudad que nunca visitó el arquitecto. En todo caso, denota la devoción de Gaudí por este papa, cuyas directrices litúrgicas fueron determinantes para el proyecto de la basílica de la Sagrada Família. Cuarenta años después de la muerte de Pío X, que sucedió el 20 de agosto de 1914, la Iglesia católica dio la razón a Gaudí. El papa san Pío X fue canonizado en 1954.