Anton Gaudí aprovechó uno de sus viajes a Mallorca para visitar la vecina isla de Menorca. El 1 de mayo de 1910 cogió el vapor “Monte Toro”, acompañado de Joan Rubió i Bellver. En Maó, les esperaba el teniente coronel de ingenieros Marià Rubió –hermano de Joan-, con quien visitaron la parroquia de Santa María, el Ayuntamiento, el Hospital Civil y otros edificios. Por la tarde, salieron de Maó para recorrer la isla viendo talaiots. Anton Gaudí regresó a Palma de Mallorca el 7 de mayo de 1910. Los talaiots (“talaiot” es en lengua catalana el aumentativo de “talaia”, atalaya) son monumentos megalíticos, obra de los pobladores prerromanos de las Illes Balears. Están hechos sólo con piedras, grandes y pequeñas; y seguramente tenían una finalidad defensiva. El paso del tiempo ha arruinado los de Mallorca; en Menorca, en cambio, se conservan muchos en excelentes condiciones. Es evidente la influencia de los talaiots en la obra de Gaudí, por ejemplo en algunas construcciones del Park Güell.