Las partes que más crecen de la Sagrada Família son el ábside y el crucero. En el ábside, hay un andamio a 45 m. de altura, visible desde la calle. Sobre este nivel, sobresalen las cabezas de las columnas del triforio, que ya están casi todas colocadas, formando el perímetro central del ábside. Desde la calle, se ve en esta zona un gran cerco-abrazadera de acero, cuya finalidad será recoger las cargas de las columnas de soporte del hiperboloide que cerrará interiormente el ábside, a 75 m. de altura. Por otra parte, el artista Joan Vila Grau y el vidriero Bonet ya han puesto las vidrieras de la capilla central del ábside, dedicada a una de las siete antífonas de Adviento “¡Oh Emanuel!”. En el crucero, el Templo también crece, aunque no se ve tan bien desde la calle. Se han acabado las bóvedas a la catalana de los 12 hiperboloides pequeños que, entre las torres de los cuatro evangelistas, rodean el gran hiperboloide central. Este hiperboloide gigante, único en el mundo, sobre el cual estará la gran torre de Jesucristo, ya ha sido empezado. Las hiladas de tochos, que dejarán unos triangulitos con “trencadís” de oro veneciano que dará la luz que vibrará envolviendo la “Jerusalén celestial” que Gaudí quería situar suspendida en el centro del crucero, se irán poniendo concéntricamente, resiguiendo las directrices marcadas por una gran estructura de madera. Además, se sigue avanzando en el cierre de las bóvedas del transepto que va del crucero a la fachada de la Pasión, para la que Josep Maria Subirachs está esculpiendo las figuras del león de Israel y del cordero de Isaac. En la zona de la fachada de la Gloria, se están construyendo las bóvedas que unen esta fachada con las naves laterales, a 30 m. de altura. Esto ha permitido acabar los quintos ventanales e iniciar el levantamiento de los correspondientes terminales con las últimas frutas que faltaban, a lado y lado. Una vez acabados, se podrán poner en el lugar que les corresponde las imágenes de san José Manyanet y de santa Juana de Lestonac.