Anton Gaudí nació a las nueve y media del miércoles 25 de junio de 1852. En todos los documentos oficiales, Gaudí hizo constar que era natural de Reus. No obstante, algunos testimonios afirman que Gaudí –en los últimos años de su vida, desde que Reus impidió que construyera el nuevo Santuario de la Virgen de Misericordia - había dicho que su nacimiento se había producido en el Mas de la Calderera, de Riudoms. También los ruidonenses han tenido siempre constancia de este hecho, manteniendo vivo el testimonio de la comadrona del pueblo, Engràcia Llorens i Pellicé. En todo caso, el día siguiente fue bautizado en la Prioral de Sant Pere de Reus por el vicario, mosén Josep Casas, siendo padrinos sus tíos Plàcid Gaudí, de Riudoms, y Raimunda Tarragó de Gaudí, de Barcelona. Se le impusieron los nombres de Anton (nombre de su madre y del abuelo materno), Plàcid (nombre del padrino) y Guillem (san Guillermo, ermitaño, se celebra el 25 de junio). Fue confirmado al año y tres meses de vida, el 10 de septiembre de 1853. El sacramento le fue impartido por el obispo de San Juan de Puerto Rico, monseñor Gil Esteve i Tomàs, que entonces servía a la Archidiócesis de Tarragona. En la misma ceremonia fue confirmado su primo Anton Gaudí i Tarragó, dos años mayor que él. El niño Anton Gaudí creció en una familia independiente económicamente si bien muy modesta, culturizada desde antiguo y que se ocupó de dar a sus hijos los sacramentos y una educación cristiana. Llevaba siete años a su hermana mayor Rosa y uno a su hermano Francesc. En su entorno inmediato estaban su abuela Rosa la Calderera, sus tíos y primos y los amigos y condiscípulos de Reus y de Riudoms. Siguió la enseñanza primaria en el colegio de pago de Francesc Berenguer de la calle Monterols de Reus. Pero fue un niño enfermo, aquejado de fiebres reumáticas, que le obligaban a pasar mucho tiempo sin seguir las clases , en Riudoms, donde a veces le tenían que montar en un borriquillo porque no podía caminar. Estas largas estancias en el campo le permitieron captar la luz mediterránea y desarrollaron su capacidad de observación de la naturaleza, de la que aprendía directamente , más que a través de los libros académicos, hacia los que cogió un gran espíritu crítico. Así, una vez el maestro explicaba que las aves tienen las alas para volar y él le interrumpió diciendo que las gallinas de su casa no podían volar y que sólo hacían servir las alas para correr más deprisa. Por otra parte, Anton ayudaba a su padre en el trabajo. Aprendió de él las virtudes del trabajo y la transformación de las superficies en volumen, cosa que facilitó mucho su imaginación espacial. Siempre consideró que su aptitud para el arte era herencia de las de su padre y de sus dos abuelos, los tres caldereros. Durante su infancia, Gaudí vivió a caballo de dos mundos: el ciudadano de Reus –que incluía el estudio y el trabajo- y el rural del Mas de la Calderera.