El halcón que nidifica en la torre de Sant Bartomeu de la Sagrada Família ha criado él sólo con éxito a su polluelo. Compartía prácticamente al 50% las tareas del nido con su hembra, pero ésta murió el 21 de abril de 2010 a causa de un impacto. Cayó al suelo con un ala rota y una herida abierta y le ocurrió algo parecido a lo que le pasó a Gaudí tras ser atropellado por el tranvía. Los transeúntes llamaron a los guardias forestales, pero eran ya las 19:30 y contestaron que a esa hora no podían pasar a recoger al animal. Al final, algunos ciudadanos lo llevaron a una clínica veterinaria, donde, por tratarse de una especie protegida, llamaron de nuevo a los forestales, que reiteraron que no podían hacerse cargo hasta el día siguiente. Algunos ciudadanos se dirigieron a una clínica veterinaria especializada en animales exóticos, y tuvieron que pagar la visita y la hospitalización del halcón hembra. La pareja de aves tenían tres crías, dos de ellas hembras y una macho -la menor-. Las autoridades trasladaron las dos hermanas a un centro y quedó sólo el pequeño polluelo macho, que ha sido criado con éxito sólo por su padre. Históricamente, los halcones anidaban en los campanarios de Barcelona, pero desaparecieron en 1973 por la caza. Reintroducidos en la ciudad en 1999, en 2004 se formó la pareja que nidificó en la torre de Sant Bartomeu, donde han nacido desde entonces 16 polluelos. Deseamos a nuestro querido halcón de la Sagrada Família, que tan bien se ha portado como padre, un feliz 2011 y que esta primavera encuentre una nueva pareja.