Los Gaudí emigraron de Reus a Barcelona aprovechando los estudios universitarios de los hijos varones, Francesc y Anton, y apoyándose en sus parientes y amigos. La primera en instalarse en Barcelona fue Rosa. En septiembre de 1868, coincidiendo con la Revolución Gloriosa, llegaron Francesc, que se matriculó en primero de Medicina; y Anton, que tenía 16 años y se matriculó en el último curso de Bachillerato. Los padres tuvieron que hacer un gran esfuerzo económico, vendiendo algunas fincas e hipotecando el Mas de la Calderera. Anton admiraba profundamente al general Prim y vivió con ardor juvenil los ideales políticos del Sexenio democrático: el gobierno provisional de Prim (1868-1870), la monarquía democrática de Amadeo I (1871-1873) y la Primera República (1873-1874). En 1869, Anton decidió estudiar Arquitectura, para lo que era necesario cursar algunas asignaturas selectivas en la Facultad de Ciencias, antes de ingresar en la Escuela. Al asistir a las clases de Geometría, no podía concentrarse: su atención se desviaba a meditar la mecánica de los edificios, llegando a entrever las formas de equilibrio que más tarde ensayará y realizará. En el verano de 1870, realizó con sus amigos del colegio un proyecto de restauración del monasterio de Poblet. En aquella época, se enamoró platónicamente de una chica francesa. En el curso 1871-1872 se quedó en Reus, por falta de recursos económicos. Al año siguiente, intentó ingresar en la Escuela de Arquitectura, y encontró trabajo como delineante a las órdenes de Fontserè, que estaba proyectando el mercado del Born y el parque de la Ciutadella. Anton no consiguió ingresar en la Escuela hasta el 24 de octubre de 1874. Para entonces, su hermano Francesc ya había acabado Medicina. Y Anton, movido por sus ideas obreristas, colaboraba en un proyecto socialmente utópico: la Cooperativa Mataronense, la primera fábrica propiedad de sus obreros, que pretendía solucionar la lucha entre capital y trabajo mediante su fusión en un único elemento: el obrero propietario. Gracias a su condición de estudiante, pudo hacer el servicio militar en Barcelona, sin acudir al frente de la Tercera Guerra Carlista, que se estaba desarrollando en Catalunya, o a la Guerra de Cuba.