Para el curso 1870-1871, los dos hermanos se mudaron a un nuevo domicilio en Barcelona: calle de la Espaseria, 10. Anton se matriculó en la Facultad de Ciencias de las tres asignaturas que le faltaban: “Cálculo diferencial e integral y principios del de variaciones”, “Geometría descriptiva” y “Mecánica racional”, actuando de fiador su hermano. Sin embargo, Anton, siempre delicado de salud, tardó en volver a Barcelona, ciudad en donde la epidemia de fiebre amarilla estaba dejando 1.600 muertos. Así, el 26 de noviembre de 1870, escribió desde Reus a Toda, que vivía en Madrid, interesándose por Ribera y por si se había enfriado su participación en el proyecto de restauración de Poblet. En la carta, comenta los movimientos políticos de Reus y le pide que le informe de los altercados que habían protagonizado los universitarios de Madrid –Toda estudiaba allí Derecho- con motivo de la aprobación, el 16 de noviembre de 1870, de la candidatura de Amadeo de Saboya como rey de España, propuesta por el general Joan Prim. En la convocatoria ordinaria de junio de 1871, Anton aprobó “Cálculo” y “Geometría descriptiva” y suspendió “Mecánica racional”. Alrededor de 1871, Gaudí, hacia los 19 años de edad, se enamoró de una chica francesa que trató durante unos quince días en casa de una familia amiga, donde ella estaba de paso. Muchos años después, en 1904, lo recordaba así: “Me enamoré mucho aquellos días, e iba a verla tanto como podía; y ella parecía que se daba cuenta y me hablaba muy amablemente, mucho, mucho…; tanto que yo estaba embriagado; pero ella estaba prometida, en su país, y llegó el día de su regreso y yo no tuve el coraje de ir a despedirla, y a la hora que ella se iba yo estaba en casa como muerto. Después no supe nada más, sólo que se había casado en su pequeña ciudad.” Fue un amor platónico, que Anton Gaudí recordó siempre. Durante los primeros años, según explicaba, “yo no podía olvidarla”, y “siempre me parecía tenerla delante”.