Clodomir Coll i Ibáñez

Clodomir Coll i Ibañez nació en Barcelona el 5 de febrero de 1892, en el domicilio de sus padres, Jaume y Martina, en la calle de Flassaders, n.º 36, 4.º . Fue bautizado el día 14 en la catedral. A los 34 años, se casó con Trinidad Busquets i López, de 30 años, el 8 de julio de 1926. Tuvieron un hijo, al que bautizaron con el nombre de Jordi y padeció poliomielitis. El 19 de julio de 1936, en el contexto del inicio de la Guerra Civil Española, estalló la persecución contra los católicos más cruenta de la historia de Catalunya. Los sacerdotes eran asesinados y las personas que los escondían o ayudaban corrían la misma suerte. La familia Coll i Busquets vivía en la calle de Mallorca, entre Bailén y Girona –a seis manzanas de la Sagrada Família-, n.º 325, 3.º, puerta 2.ª. Sus vecinos de rellano, en la puerta 1.ª, eran mosén Gil Parés, que había sido capellán de la Cripta de la Sagrada Família y director de las Escuelas; Consol Puig i Querol, maestra de las Escuelas, y su sobrina de 16 años Montserrat Allepús i Puig. El domingo 26 de julio a las 9 h. de la noche, se presentó una patrulla buscando a “un cura llamado Parés que había sido denunciado”. No lo encontraron. Poco después, llegó mosén Parés. La familia Coll i Busquets le ofrecieron su piso para que pasara la noche, por si acaso volvían. El portero, que había visto llegar a mosén Parés, lo denunció: “el fascista está en casa”; y a las 10 h. se volvió a presentar la patrulla. Al oír las blasfemias, los forcejeos y las amenazas, mosén Gil decidió entregarse voluntariamente a sus asesinos, con el deseo de evitar más muertes. Abrió la puerta y rogó a sus verdugos que le dejaran acabar sus oraciones. Luego, alzó la pálida frente sudorosa y lanzando una mirada llena de amargura a Consol y a su sobrina Montserrat, de 16 años, y al matrimonio Coll i Busquets y a su hijo Jordi, de 9 años y poliomielítico, exclamó: “Ya no hay nada que hacer. Adiós, hermanos, hasta el cielo”. Los Jóvenes Libertarios saquearon los dos pisos. Todo su contenido fue arrojado a la calle y quemado allí mismo, incluyendo el pesado escritorio y los libros de Gaudí. Y precintaron ambas viviendas. Se llevaron a mosén Gil, por ser sacerdote; a Consol Puig, por haber dicho que el cura ya no vendría a casa aquella noche; y a Clodomir Coll, por haberle acogido en su casa. La esposa del Sr. Clodomir y la sobrina de Consol intentaron seguir a los anarquistas, pero fueron rechazadas. La patrulla se dirigió a la “Torre dels Pardals” y a la cantera del Guinardó, donde asesinaron a los tres por la nuca, con balas explosivas para desfigurarlos. Clodomir Coll era republicano, a pesar de lo cual fue asesinado. No lo mataron los del bando contrario en la Guerra Civil Española que comenzaba, sino elementos de su mismo bando político y bélico. Fue asesinado exclusivamente por haber refugiado a un sacerdote católico. El 27 de julio de 1936 ingresaron en el depósito judicial del Hospital Clínic cincuenta y cinco cadáveres, un número habitual. A las 6 h. entró el de Clodomir Coll, con la ficha 3990. Fue enterrado en el cementerio del Sud-oest.