Altar Bocabella (1890)

Unos años después de encargar al joven Gaudí la continuación de las obras de la Sagrada Família, cuando éste ya había acabado la Cripta proyectada por el anterior arquitecto Del Villar y comenzaba el ábside y pergeñaba el proyecto de la iglesia superior, totalmente de él, Josep Maria Bocabella le encargó un altar para su oratorio particular. El fundador del Templo Expiatorio era entonces septuagenario y viudo y, apoyado en su yerno Manuel de Dalmases, confiaba plenamente en Gaudí para hacer de la Sagrada Família una iglesia mucho más monumental y grandiosa que la inicialmente prevista. Tenían el plan de edificarla en diez años, si se recogían las limosnas suficientes. Josep Maria Bocabella, como fundador de la Asociación de Devotos de San José, había conseguido un gran número de reliquias y la autoridad eclesiástica le había concedido el derecho a tener un altar privado en su domicilio de la calle Miralbell 4, 1º, casa que desapareció con la Reforma de Barcelona. El altar es de madera de caoba tallada y mide 176 x 85 x 9 cm. Tiene en el centro una cavidad para las reliquias, cubierta por una loseta de mármol blanco. El ara es sostenida por dos columnas estriadas unidas por un fuerte travesaño. La predela tiene dos niveles decorados, ambos con motivos florales. En el centro, debajo del sagrario, hay una leyenda latina con la fórmula de la consagración. En el nivel superior, hay otras dos sacras, una con el principio del evangelio de san Juan y la otra con la fórmula del lavabo. La puerta del sagrario es de tela damasquinada, con una interpretación muy personal del crismón formado por la “ro” y la “ji”. Encima, tres cabezas de querubín sostienen las ménsulas del crucifijo y los candeleros. El retablo, enmarcado por hojas de naranjo, está compuesto por tres grandes estampas: a la derecha, santa Teresa de Jesús; a la izquierda, san Paulino de Nola; y en el centro, la Sagrada Familia, con la leyenda: “Jesus, Joseph y Maria, vos dono’l cor y l’ànima mia” (en lengua catalana: Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía). El trabajo fue realizado por Frederic Labòria, artesano de Reus emigrado a Barcelona, cuya familia y la de los Gaudí eran amigas y que entonces empezó a trabajar como modelista en la Sagrada Família. El altar obtuvo las oportunas licencias para celebrar la eucaristía de León XIII en noviembre y diciembre de 1890, concedidas a favor de Josep Maria Bocabella i Verdaguer, su hija Francesca y su yerno Manuel de Dalmases i Riba. Actualmente, pertenece a una colección particular.

Josep Maria Tarragona, 02-XI-2008
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Última actualización: 06/05/2016